Uno de los atributos más fácilmente perceptibles por quienes
comienzan a degustar vinos es la acidez.
La acidez es una característica de los vinos y a su vez un atributo
importante, ya que de su adecuado nivel, depende gran parte del equilibrio
gustativo, aspecto fundamental a la hora de evaluar la calidad. Ahora bien, la
acidez no solo es importante desde lo gustativo. La sanidad de los procesos fermentativos,
depende de los tenores de ácidos y su actividad. Una buena acidez y
consecuentemente un PH bajo (cercano a 3) favorecen la acción de los
microorganismos beneficiosos, brindándoles un medio más hostil a aquellos que son perjudiciales. También el anhídrido
sulfuroso, que es adicionado a los vinos como antiséptico y antioxidante, es
mucho más efectivo actuando en PH cercanos a 3, pudiéndose entonces reducir su dosis.
El nivel de acidez de cada vino, depende en primera
instancia del tenor de los ácidos fijos presentes en la uva. Son estos ácidos,
el tartárico, el málico y el cítrico, en orden de importancia.
Durante la transformación de mosto en vino se forman
cantidades limitadas de ácido acético, y luego de la fermentación alcohólica se
puede producir la fermentación maloláctica que transforma el agresivo ácido
málico en ácido láctico. Esta
transformación tiene dos consecuencias, por un lado hay un cambio cuantitativo,
ya que se produce una real disminución de la acidez total, pero también hay un
cambio cualitativo ya que el ácido láctico producido es menos agresivo que el
málico, mejorando la sensación gustativa.
La acidez total del vino, comúnmente, se expresa en función
del ácido predominante y se mide en gramos por litro, es por eso que se habla
de “tantos gramos por litro expresado en ácido tartárico”. La acidez total incluye los 3 ácidos fijos
presentes en las uvas, en menor medida otros ácidos como el Succínco y el
Láctico, formados durante la fermentación y también la llamada acidez volátil
que representa el nivel de ácido acético.
Otro de los parámetros que ayudan a comprender el fenómeno
de la acidez en los vinos es el PH. Para
explicar de una manera fácilmente entendible, podríamos decir que el PH expresa
la actividad de esos ácidos en solución. El PH normal de los vinos varía entre
3 a 4, siendo lo más común en las condiciones de vendimia de Argentina, estar más
cerca del 4 que del 3, con lo cual es una práctica común la temprana corrección
en los mostos.
Ing. Agr. Adrián Rodolfo Vilaplana.
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