Es evidente que las redes sociales han modificado la forma
de comunicarnos y nos ofrecen un democrático aunque anárquico acceso a la
información. Nos permiten acceder desde las más bizarras a las más calificadas opiniones
y en cierta forma, esto obliga al lector a saber depurar aquellos contenidos de
dudosa veracidad.
Llego a estas
elucubraciones al leer un antiguo posteo en Taringa, escrito vaya a saber por
quien, acerca de las calidades y atributos de las sidras del mercado argentino.
Este personaje se explaya sobre la calidad de las diferentes alternativas,
otorgando vital importancia al aroma o sabor a manzana que encontraba en las
mismas.
Como supongo que muchas personas pueden considerar también
que la manzana debería ser el principal aroma de una sidra, les cuento que ese
tan anhelado aroma a la fruta prohibida es probablemente perceptible gracias al
agregado de esencia de manzana en la bebida. Este debería estar tan presente
como el olor a uva en los vinos, ¿o alguien es capaz de sostener que un
Cabernet sauvignon huele decididamente a
uvas? No voy a negar con esto, que ciertos vinos con algo de genética moscatel
no presenten aromas y sabores propios de este grupo de uvas, pero son ínfimos
los casos donde sucede esto y poco apreciados estos particulares aromas de los
vinos por los consumidores entendidos.
En la sidra, pueden existir algunas notas aromáticas que
recuerden las manzanas pero, este olor no es ni debe ser el atributo aromático
principal de la bebida. Y si así lo fuera, pues sospeche. Ya que en ese caso,
muy probablemente le están vendiendo esencia, gas carbónico y azúcar.
Lamentablemente, pese a quien le pese son pocos los casos de
verdaderas sidras Premium. No habiendo grandes diferencias cualitativas entre
las gasificadas artificialmente, que son el 99 % de ellas. Algunas tienen una excelente presentación y un
poco más de cuidado en la elaboración, pero su gas proviene de depósitos de
CO2, por lo tanto no presentan la agradable gama de aromas secundarios que
producen las levaduras en una segunda fermentación en envase cerrado.
Solo algunas pocas se hacen por los métodos de elaboración
que implican esa segunda fermentación siendo por lo tanto verdaderos “espumantes
de manzanas”.
Lic. Daniel Solari
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